Cara a cara con el Darién

" La pintura del aviso tenía ampollas, estaba deteriodado por el sol. No me sorprendió encontrar esta advertencia; ya sabía que estaría allí, al final del camino.
Apagando el motor, me incliné por encima de los manubrios y escudriñé más allá del aviso: Selva, Selva y ríos, - callados y formidables.
~La selva del Darién", dije en voz alta y las palabras sonaron maravillosamente misteriosas a mis oídos "A sí es que por fin nos enfrentamos", como esperando que la selva contestara y reconociera el reto.
Balboa había atravesado esta selva. Había penetrado el Darién para convertirse en el primer blanco en llegar a a la costa Pacífica. Fue una hazaña atrevida, admití para mis adentros, pero la mía sería aún más atrevida puesto que no tenía
ejército ni esclavos. Estaba sólo. Cruzaría el Darién, no para descubrir el océano Pacífico, pero sí para satisfacer mi obsesión: hacer el primer viaje por tierra desde Alaska hasta el extremo meridional de Suramérica. Un grupo de negros panameños apareció para Mirar con asombro a la motocicleta y a mí. Uno de Ellos habló: " i Hombre, no puedes ir más lejos! ".
"Por qué no?". Mi voz se hizo airada, pues había llegado a detestar el pesimismo de mis consejeros gratuitos a lo largo del camino por América central.!
"No más camino", el negro meneó la cabeza, asimismo hicieron los otros. "No hay nada más que selva de aquí en adelante".
"Entonces caminaré!".
"Hombre, ¡estás loco! Eso por allá es el territorio de los Cunas* del Monte", señaló con un dedo negro hacia el Darién. "¡Esos indios Cunas del Monte son caníbales. Hombre, te entras allí y no vuelves nunca!".
Los otros negros asintieron con la cabeza. Me reí, pero nadie compartió mi risa. Así es que di la vuelta y regresé a Ciudad de Panamá a prepararme para mi travesía por el Darién.
Más de un año había pasado desde cuando empujé la motocicleta hasta el mismo borde del Círculo Ártico en Alaska, y mojé su rueda delantera en el río Yukon para después dirigirme hacia el sur.
El viaje no había sido fácil, y al sur de México mi progreso se hizo penosamente lento. En Guatemala me revolqué con mi moto entre lodo y deslizamientos de tierra; en Costa Rica luché por cinco semanas para cruzar cien millas de selva y los treinta y nueve ríos desbordados y sin puentes. Encontré que a medida que el continente se hacía más estrecho en el istmo, por la parte meridional de Centroamérica, las selvas y la lluvia aumentaban. Aquí los monzones golpeaban el estrecho cuello del territorio como si la naturaleza deseara ahogar a todo ser viviente y reclamarle la tierra al mar. Finalmente había llegado al Canal de Panamá, pero treinta y seis millas al sur terminaba el camino y comenzaba el Tapón de el Darién. "
... Day Liska
Danny Liska encontró un guia que le llevara por la selva del Darién y el territorio cuna. Manuel, era delgado, de unos cinco piés de altura y padre de dos mellizas. De ojos negros y mirada triste, Manuel no era su verdadero nombre cuna, pero jamás le reveló a Danny Liska su nombre por miedo a que los espíritus le hicieran daño.
Pasaron ríos y poblados. Al llegar al territorio de los cunas del monte, en el poblado "Uala", Danny Liska y su guía, Manuel, fueron hechos presos por los guerreros de Uala. Fueron juzgados. Danny Liska pudo salir vivo de aquel poblado y llevado a las afueras del territorio cuna. De la suerte de Manuel, no volvió a saber más. Siempre quiso imaginarlo regresando al lado de sus hijas, pero lo cierto es, que Danny llevó en su interior el resto de su vida, cual fué el verdadero castigo que los cunas, dieron con Manuel.
En teritorio Chucunaque, los "chocó," eran completamente diferemtes a los "cunas." Danny Liska, pudo seguir avanzando entre ríos y pantanos hacia el sur. Por el camino, encontró a un grupo de perforadores de petróleo. Finalmente, para salir del Darién, topó con un grupo de contrabandistas en dirección a la frontera Colombiana.
Danny Liska, fué el primer hombre blanco, que atravesó la selva del Darién